me contaron por ahí, que sigues en mis cuentos

En mi reino, tu nombre significa nostalgia y el mio Melancolía
 Tu nombre sabe a almendras, con dejo de amargor
 El mio a licor con un rastro de dulzura.
 Tu nombre denota las tardes de lluvia y como siempre, el mio,
 recuerda las doradas tardes de otoño venideras...
 Siempre serás alegre e implacable como el verano
y yo...
 sigo siendo fría y banal como la primavera.

En madrugadas como esta, a veces me gusta pensar en ti y en tu egoísta forma de herir antes que te hieran No era más que una niña, me lastimaste, te lloré nunca entendí el por qué Pero no pude juzgarte ¿quién no cometió el pecado de dejar lo propio atrás para conservar trivialidades duraderas? Te amé... no a la manera de los amantes pero te amé con fuerza y desesperación creo que fuiste la primera persona que me rompió el corazón. Qué curioso, acabo de cumplir el doble de los años y la amistad todavía tiene de eco tu nombre los sueños, las confesiones, los anhelos nuestros secretos y fantasías amaba narrarte historias y ver cómo les dabas vida hacías posible lo imposible lograbas la maravilla en la humildad de un lápiz y un papel. Ayer vi unos lápices... recordé el verde que tanto te gusta aún guardo ese color secretamente, todavía te acaricio cuando siento la especial suavidad de una hoja, me gusta imaginar de qué manera le darías vida Te parecerá tonto, pero de pronto quise creer [de nuevo] en eso a lo que una vez llamamos 'Amistad' aunque entre nosotros ya no tengamos tiempo de disfrutarla. Los años me sentaron bien, imagino que contigo hicieron igual Probablemente, en diez años más trate de volverte a buscar, siempre respondes... perdón por no volver a llamar. De alguna manera, sé que también me recuerdas Tal vez algún día, nos encontremos de nuevo tratando de dibujar en las estrellas. (Sigues siendo, mi mejor amigo)

Te amo desde hace tanto...

te amo desde hace mucho,
te amaba cuando imaginaba que eras tu quien me abrazaba
... cuando las cosas iban mal y los golpes se burlaban de mi amor y mi dignidad
mi mente te dibujaba
te amaba cuando imaginaba tu mirada ambarina y tu cabello como la noche
reconfortándome, amándome
y cerraba los ojos jugueteando con la idea de imaginar tus manos cálidas,
tu cuerpo fuerte,
te amaba y te escribía afiebrada, entre las hojas perfumadas de un cuadernillo adolescente
te amaba y te odiaba, porque a pesar de haber crecido, no podía dejar de pensarte...
estabas en algún lugar, pero quería creer que eras lo que quedaba de mis sueños inocentes

Te amé cuando lloré por amor,
sabía que estaba tu sombra...
lloraba también la idea que nunca llegarías

Llegaste... lo supe
mi alma se refugió en la tuya
mi cuerpo recordó al tuyo, antes que yo te reconociera
rompí ritos y esquemas
mis brazos se aferraron a ti aquella noche
y aunque quise escaparme
tu ya te habías apoderado de mi cintura y mi corazón

Te amé cuando destruiste mi vida

te amé cuando me diste tu espada

Te amo ahora, que me has dado una vida nueva

te he amado desde que recuerdo y te imaginaba,
alto y fuerte como un alerce
dorado como la arena del verano
cálido y terrible
con los ojos profundos y brillantes,
y tus cabellos de oxidiana